Ella se encontraba en la misma montaña de siempre
Bajo el cielo oscuro azulado, iluminado por un millón de estrellas
Imaginando que algún día podría salir de su mundo para conocer aquellos nuevos que veía reflejados en aquel cielo estrellado
Soñaba indefinidamente cada vez que se perdía entre las montañas, alejada del pueblo al que pertenecía
Alejada de la vida que parecía que se había escrito para ella, que de tan solo recordarlo, le dolía.
Dolía el saber que cada noche era feliz en sus fantasías cuando en su realidad pareciera que no existiera una sálida.
Y allí está ella, otra vez, entre las montañas mirando las estrellas.